Remembranza del último día del mes noveno del dos mil dieciséis.

                                     Comenzando a desahogar todas las inquietudes que surgieron en mi cabeza, esta herramienta puede servir no para crear fama, ni tampoco para vanagloriarse de otras tantas cuestiones, sino para expulsar de la mente todo aquello que como esquirlas de granada socavan muy hondo el pecho y el pensamiento, tantos recuerdos, tantas risas, sonrisas y carcajadas que nutren y decantan la felicidad del olvido, que nutren a la felicidad de un nuevo comienzo, una nueva ilusión cada día, esto puede servir para que la razón distraiga al corazón, para que la lectura orille a ser más culta a la tristeza, al desgano, a que la añoranza por fin se apiade de esos recuerdos anclados en nosotros, los invito con estas letras a olvidar un poco o en demasía a la tristeza que llevamos cargando cual si fueran cadenas con miles de candados, que no sabemos si pesan más que la misma, los invito a abrir la mente para dejar fluir el mar de letras antes de que el álgido otoño llegue. Espero ser de mucha ayuda, amigos mi espíritu está con ustedes así como mi empatía, seamos cercanos, afables, y con el aroma y sabor de un buen café nos revitalice antes de que la madrugada de la angustia nos empiece a cerrar los ojos...